Villavicencio es el acceso a la inmensidad de los Llanos Orientales. Conocida como la puerta del Llano, ofrece paisajes de sabana, ríos caudalosos y atardeceres inolvidables que pintan el cielo de tonos rojos y naranjas.

La música llanera es parte de su identidad. El arpa, el cuatro y las maracas acompañan los cantos recios que cuentan historias de vaqueros y tradiciones profundamente arraigadas en la región.

La gastronomía llanera también sorprende. El mamona o carne a la llanera es uno de sus platos más representativos, cocinado lentamente al calor de la leña, acompañado de yuca, plátano y guacamole.

Villavicencio invita a desconectarse del ruido urbano y conectarse con la naturaleza. Sus fincas turísticas y parques naturales muestran una Colombia diferente, rica en cultura y biodiversidad.